Da Greco

Sólamente quiero aclarar que me registre porque sentí tal indignación al leer semejantes barbaridades acerca de este restaurante que me vi obligado a hacerlo. En primer lugar tengo que decir que en lo que respecta al servicio es correcto, ni empalagoso ni despreocupado, normal. En segundo punto, la calidad de la comida no es que sea buena, sí se puede decir que es excelente. Quién diga que el rissotto es un "engrudo" primero debería entender que es al parmiggiano, hecho sobre una base de queso puro y así toma la consistencia; ¿qué no gusta? sobre gustos no hay nada escrito señor, pero no ser prepotente por favor. En mi opinión, muy bueno. ¿El precio? Es muy adecuado, para nada caro, tener en cuenta que lo más caro es un plato con carne a cerca de 26 euros, y la pasta no excede los 15 en ningún caso. Con mi pareja vamos siempre que viene una visita y salen encantados. Muchas gracias, y espero que os sirva otra opinión.-

Por favor, lo primero la decoración con infulas de palazzo italianao, es solo un monton de cosas juntas sin gusto ni clase, donde el polvo se acumula, lo digo xq como alérgica lo noto en cuanto entro en un sitio con polvo. Un detalle las sillas forradas tienen los faldones muy sucios. Hablemos de la comida. Restaurante italiano? Yo pedí una caprese, pasemos por alto que le puso pimienta, el tomate estaba fileteado y habian dejado el corazón! Los embutidos pretendian ser italianos, si el jamon era italiano seguramente lo habrían cortado en Italia y luego traido desde alli en coche, estaba seco y oreado. Llegamos al risotto. Hecho con arroz largo, del que no cuece!!! servido en plato llano, lleno de crema de leche y con escamas de un queso ¿Parmesano? lo dudo. Por favor como pretende llamar a eso risotto. Yo me lo dejé entero ¿pensais que alguna de las múltiples camareras y jefas de sala me preguntó el porqué? La pasta es simple pasta Rana, un italiano que se precie debe ofrecer una pasta trifolatta al cobre o una pasta al huevo hecha a mano. No ire nunca más y avisaré a todos mis amigos.

Fui al mediodía y probamos dos pastas distintas con el detalle de traer al otro comensal una pequeña ración de lo que tomas tu y viceversa. El servicio fue excelente. Los raviolis a la trufa blanca sublimes y el pastel de queso con arandanos genial. Muy acogedor y bien decorado. Uno de los italianos de mayor nivel de Barcelona.