Ramen-Ya Hiro

Positivo: La comida y el servicio sin duda alguna!

Negativo: El espacio es muy reducido y hay qe hacer mucha cola, pero todo eso se olvida una vez eres atendido con un trato muy agradable y familiar, con una comida de 10 y una carta exquisita sea cual sea tu eleccion!

Fuimos a comer un mediodía recomendados por varias amistades y páginas web. Llevábamos mucho tiempo esperando ese momento y esperamos en la cola desde las 13:10 (abren a las 13:30h) con mucho gusto. Pudimos entrar y sentarnos en la primera tanda de comensales, y nos gustó la decoración del local, aunque las mesas están muy juntas y, entre eso y el ruido de la gente, la sensación de agobio es notable. Aun así, la comida fue de una calidad excelente y su creador, Hiro, está haciendo realmente un buen trabajo. Nos transportamos literalmente a Japón, con su ramen, sus gyozas, edamame... Nos encantó y felicitamos al chef por su labor!!!! La pena (y el motivo por el que no vamos a resgresar ni recomendar el restaurante hasta que sepamos que ya no trabaja ahí) fue que la chica que nos atendió demostró una capacidad NULA para trabajar de cara el público. Nos dio malas respuestas en varias ocasiones, nunca le vimos una sonrisa (ni nos miraba a la cara) y mostró un desprecio general hacia nosotros al servirnos. Le pedimos si por favor podía llevarse los platos vacíos acumulados, que eran bastantes (a quién le resulta agradable comer rodeado de platos vacíos y casi sin espacio en la mesa?) y nos contestó un "si, cuando pueda hacerlo me los llevaré, vale?" con un tono de voz arisco y prepotente a tope, y una mirada que casi nos mata... Nos fulminó con ella, y además nunca vino a quitarlos, sino que tuvo que dejarlos mi marido en la barra. El problema, suponemos, es que hay mucha gente que entra a la vez para comer (solamente abren 2 horas al mediodía) y tiene que atender a muchas mesas de golpe, lo cuál le debe generar estrés. Pero aun así, no justificamos su comportamiento, pues hemos estado en Japón y comido en sitios con más mesas ocupadas y NUNCA nos han atendido de manera desagradable. Esta chica es la antítesis del servicio japonés y de la atención al cliente en general. Debería plantearse cambiar de trabajo o de actitud, para el bien de su salud mental y de los comensales. Es una lástima que eche a perder todo el trabajo del chef Hiro en el restaurante, pues por nuestra parte, como ya he dicho, no tenemos pensado regresar. El servicio es tan importante como la calidad de la comida en un restaurante, y Hiro debería pensar en ello seriamente.