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Bimba's
8 / 10 Critica
Bimba's

Buena trattoria con genial terraza en Sarriá

Bimbas es un restaurante al que yo voy mucho en la zona de Sarriá, encima digamos del Hospital de Barcelona (Diagonal-Numancia). rnBimba's es un restaurante que nunca falla, no es que sea el mejor de Barcelona pero el producto es bueno, también el servicio y el local mola. rnBimba's tiene una terraza tranquila y romántica, mesas redondas y una terraza muy amplia y agradable y tranquila. rnEl ambiente es bastante joven, tienen DJ de jueves a sábado, y ofrecen servicio de cocina ininterrumpida. Cierran bastante tarde así que es perfecto para ir luego a tomar unas copas.rnLa carta del Restaurante Bimba’ses bastante extensa, con ingredientes de primera calidad y que se basa en pescados, pastas y carnes.rnLa comida es típica de una trattoria: ensaldas, entrantes, carpaccios, pasta, pizzas, carnes y pescados. Todo buenísimo. rnRecomiendo especialmente el carpaccio de calabacín con aceite de oliva y sal Maldon, y cualquier sugerencia de la semana. Ahora también hacen sushi, y muy bueno!! rnAh y tienen una tarta de chocolate sin harina, perfecta para celíacos, que está que te mueres!

Tik Asian by The International Kitchen
Critica
Tik Asian by The International Kitchen

Sindur

Lo primero que llama la atención al entrar en este pequeño restaurante –la verdad es que me lo imaginaba bastante más grande- es que no se trata del típico hindú cargado de adornos, tallas, budas y dorados. Al contrario, a primera vista el local tiende más a restaurante de negocios que a restaurante tradicional, supongo que por su decoración moderna en tonos oscuros -donde predominan los grises, el negro y los granates-, y a la ausencia prácticamente total de madera. Tenía que haberme tomado un poco más en serio el eslogan del Sindur: “Fine Indian Cuisine”. Si la comida no es del montón ¿por qué iba a serlo su ambiente? Una vez dentro, me queda claro que en Sindur no han dejado nada al azar y que, efectivamente, no es un hindú más. El local me resulta exótico a la vez que coqueto, moderno, elegante y además confortable, algo muy de agradecer porque lo moderno y lo cómodo últimamente no siempre van de la mano. Sólo hay una cosa en este ambiente tan zen que me disgusta: las servilletas son de papel. ¡No pegan! El personal del restaurante me da la bienvenida muy amablemente. Son educados y muy atentos y, si a eso le añadimos la música que suena de fondo, suave y relajante, uno se siente muy lejos de la oficina. Sin duda, esta comida me servirá para desconectar más que nunca. Me siento en una mesa de dos y pido la carta. Tras un breve vistazo –veo platos realmente curiosos e innovadores- hoy opto por escoger el menú del día. Hay gambas, pollo, una gran variedad de verduras… pero acabo eligiendo el cordero como plato principal. Mientras espero a que me lo sirvan me llevo la segunda desilusión: el vino tinto del menú no vale mucho. Es lo que tiene renunciar a la carta. El plato principal en cambio sí me resulta interesante. El cordero me lo sirven como si fuera un plato combinado a base de cinco terrinas y un pan de pita. Lleva arroz como acompañamiento y, una vez probado en todas las salsas, la verdad es que está realmente bueno. Mientras me dispongo a abonar la cuenta, me doy cuenta de que hay poca gente en el restaurante para ser viernes al mediodía. Apenas hay cuatro mesas ocupadas. Y es entonces cuando decido que Sindur se merece otra visita por mi parte. Pero una nocturna, para cenar y, si puede ser acompañado, aún mejor. Es un restaurante ideal para una cita romántica y me queda una asignatura pendiente: explorar la carta. Ver restaurante

La Clara
8 / 10 Critica
La Clara

La Clara

El letrero de La Clara reza un escueto “Bar-Tapas-Restaurante” que no engaña a nadie. Nada más entrar me topo con una barra de bar, concurrida y agitada, que paso de largo como si no tuviera nada que ver con el restaurante. El local tiene forma de herradura, así que en cuanto llego al fondo del pasillo, donde la gente charla animadamente mientras engulle algunas tapas, un leve giro me transporta a la parte que realmente me interesa, el restaurante. Está decorado en tonos blancos y negros y un gran espejo preside la pared más grande. También veo una pantalla de televisión. Se nota que es nuevo, o por lo menos que ha sido renovado totalmente hace muy poco y, aunque noto que los dueños han querido impregnarlo de diseño y líneas modernas, a mí me sigue resultando tan acogedor como La Clara de l’Ou, el restaurante que anteriormente ocupaba estas paredes. Sin duda acogedor a la vez que elegante.Por una vez en la vida no me cuesta apenas planificarme la comida. La carta no es muy larga y el milhojas de foie con huevo frito me está llamando a gritos desde que lo he visto. En cambio, la carta de vinos es súper completa. ¡Parece un libro! Ahí voy a tener más problemas. Tomaré el magret de pato con frutos rojos de segundo así que optaré por un tinto joven para acompañarlo. Para ir abriendo boca, pido una ración de pan de coca con tomate, un clásico que no suele fallarme. Me lo traen ipso-facto –confieso que el servicio es de los más rápidos que he visto últimamente –. Supongo que lo de servir tapas rápidas en la sala de al lado influye en el resto de la cocina. Es mi primer contacto con la comida de hoy y sin duda muy acertado. El pan de coca está buenísimo y me recuerda el que probé hace unos días en el Paco Meralgo.Enseguida tengo ante mí el milhojas de foie con huevo frito, o al menos eso me asegura el camarero cuando le pregunto y es que lo que ven mis ojos es algo más parecido al Big Mac de un McDonald’s. Desde luego no tiene el aspecto que me había imaginado pero, como se suele decir: “las apariencias engañan” y esta vez he caído en la trampa. En cuanto le doy el primer mordisco respiro tranquilo: ¡está riquísimo y mi plato queda limpio en menos de cinco minutos!La espera del magret me tiene en vilo. Me preparo para un nuevo choque visual pero, como ya he comentado, el servicio es rápido en La Clara y tampoco tengo tiempo de darle muchas vueltas al asunto. Cuando me sirven el magret compruebo, aliviado, que tiene aspecto de magret y viene acompañado de manzana. Está bueno. Quizá le falta espíritu pero es correcto.Tengo un poco de prisa así que decido saltarme los postres y voy directamente al café mientras intento valorar la experiencia. Cocina correcta a un precio correcto. Pero quiero dejar claro que La Clara no me parece para nada un restaurante más. Creo que es sin duda un lugar a tener en cuenta y donde se puede comer muy a gusto por un precio más que adecuado. Está a un paso de ser un lugar de referencia y para mí es cien por cien recomendable.