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Thai Barcelona Royal Cuisine
7 / 10 Critica
Thai Barcelona Royal Cuisine

Restaurante thai muy romántico

Thai Barcelona - Royal Cuisine: restaurante ideal para los fans de la cocina tailandesa: situado en la calle Diputación con Paseo de Gracia, es un restaurante muy auténtico. Cuando entras parece que te encuentres dentro de Tailandia.La decoración es impresionante. Está totalmente ambientado en Tailandia y está rodeado de cientos de plantas y flores, y mucha madera alrededor. También tiene las típicas mesas thai, muy bajitas, en las que comes a ras de suelo. Muy poca luz, y un ambiente muuuuuuuuuuuuuuy romántico.Ah, tiene una terracita en la misma calle Diputación.Os recomiendo sí o sí:Khung Pom Pha: colas de langostino envueltas en una pasta crujiente con un toque de cacahuete.Paneng Nua: filetes de tapa de ternera al cremoso curry rojo.Kio Wan Khung: langostinos al curry verde muy cremoso acompañados de verduras al dente.Kai Pad Metmamuang: salteado de pechuga de pollo fileteado con hortalizas, setas negras, piña y anacardos.El precio no es económico, yo creo que si comes bien y con vino, no baja de los 30€.Thai Barcelona - Royal Cuisine, muy auténtico restaurante tailandés en el Eixample, romántico e ideal para parejas o para tener una tranquila velada.

Pepito
Critica
Pepito

Pepito

Aunque muchos de los restaurantes que de repente se ponen de moda –véase estilo Lázaro Rosa Violán– puedan parecer sólo lugares bonitos, para juzgar hay que probar y a eso me dediqué yo la semana pasada con Pepito, de quien llevaba oyendo hablar desde hacía varios meses. A primera vista, el interiorismo -que bien podría estar firmado por el omnipresente decorador ya que es obra de uno de sus discípulos- promete efectivamente que aquí se cuidan los detalles y que ha sido creado para gente guapa. Lo que está por ver es si ahí queda todo o si, por el contrario, hay de donde exprimir. El servicio se muestra rápido y atento desde el primer momento. Me presentan las sugerencias del día junto con la carta, del todo informal, sin complicaciones, pensada para compartir y no muy extensa. Lo cierto es que todo tiene buena pinta: platillos para pica pica, ensaladas, algún pescado, carnes gallegas y hamburguesas, huevos y, cómo no, los famosos pepitos (5 variedades). La escueta carta de vinos ofrece referencias nacionales (algunas por copas) y ninguna sorpresa. Me acomodo en mi butaca y disfruto tranquilamente de mi comida. Para picar, el festival de chips vegetales (plátano, patata, yuca y boniato) con guacamole y babaganouche (5,80€). Las chips muy buenas todas excepto las de yuca, un tanto insípidas y muy aceitosas. El babaganouche (berenjena ahumada) excelente, no tanto el guacamole, que peca de un exceso de cilantro y lima que no liga bien con el frito de las chips. Las dos, eso sí, un pelín frías de nevera, les falta un poco de reposo antes de servir. De segundo hago honor al nombre del restaurante y a su especialidad con el Pepito Puig con lechuga, tomate al horno, queso brie y mostaza de higos (13,10€). La carne es deliciosa, macerada previamente con un punto de pimienta y cocinada al horno al punto que el cliente desee. El sabor liga muy bien con los ingredientes que lo acompañan. El pan de coca crujiente, muy bueno. Muy recomendable y, además, fácil de comer con las manos. Para el postre me decanto por un clásico cheese cake (5€), muy gustoso pero escaso y un poco frío. La comida transcurre con buen ritmo y la espera justa entre plato y plato. Al terminar, contento de haberle dado una oportunidad a Pepito, me permito recrearme en el entorno, acogedor, con luz tenue, cómodas butacas y sofás… me doy cuenta de que, sin duda, el mejor momento para visitarlo es por la noche (sirven además cualquier tipo de cocktail que se te antoje, antes o después de la cena), así que pienso seriamente en volver en pareja o con amigos un fin de semana en plan informal y sin grandes pretensiones gastronómicas. El precio (en total pago 27€, sin vino) no me parece del todo exagerado teniendo en cuenta que estoy en un restaurante de moda y, guste o no, eso se paga independientemente de si la comida es buena o no. Calculo que una cena un poco más espléndida, con alguna buena carne, algún cocktail y vino, rondará los 40-45€.

Coure
5 / 10 Critica
Coure

Coure

Al atravesar el umbral de la puerta de Coure, me encuentro en un espacio elegante decorado en tonos marrones. En seguida me atienden y me conducen a mi mesa. Pido sin pensarlo el menú degustación de 45€+IVA, aunque hay uno por 35€. Me apetecer probar el mayor número de platos posible, ya que muchas personas próximas me han recomendado el restaurante muy efusivamente. El servicio es amable, y pronto me traen pan de elaboración propia, palitos de pipas y curri, aceite y sal. De aperitivo, paté de jabalí. El primer plato es un huevo cocido a baja temperatura con quinoa, cebolla deshidratada y ravioli de queso con caldo de ave. La textura del huevo está especialmente conseguida. En comparación con todos los huevos que he probado, este está realmente al punto. La combinación de gustos es correcta pero no excelente. Se trata básicamente de un alarde de técnica culinaria. Después pasamos a la ostra con crema de moniato, lima y emulsión de jengibre. Aquí sí que pruebo algo diferente. Los sabores son buenos por separado y muy buenos combinados, forman un sabor nuevo, casi especial. Continuamos con la perdiz deshuesada con ceps y espinacas, seguida de la lubina con polenta, café y alcaparras. Muy correcto.   Llegamos al pichón en dos cocciones con risotto de ceps. Simplemente sublime. De repente, recupero la fe justo cuando pensaba que no iba a cumplir con las expectativas. Y cuando llegan los postres (aunque en general no soy gran amante de ellos), me acaban de convencer. La fruta de la pasión, mousse de coco y helado de menta es delicioso. Tan bueno junto como por separado. Para mí, el plato más redondo de todo el menú: original, sorprendente y muy bueno. Realmente de muy alto nivel. Cuando doy por acabado mi menú, me sirven las texturas de chocolate con cerezas al licor. La verdad es que me cuesta emitir un veredicto ya que estoy tan lleno que ni lo disfruto. Como conclusión puedo decir que las buenas críticas del restaurante son bien merecidas. El menú es completísimo y los platos son sorprendentemente generosos por tratarse de una degustación (quizás debería haber pedido el menú de 35€), hay altibajos pero todos los platos superan el notable. Sin duda, Coure es un restaurante que hay que tener en la agenda, ideal para muchas ocasiones como celebraciones especiales o comidas de negocios. Yo seguro que vuelvo. Ver restaurante